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«Guerra económica» del G-7 vs. BRICS: Putin compra oro, por Alfredo Jalife-Rahme

Posted in Alfredo Jalife-Rahme, Asia, BRICS, China, Economía, EEUU, Europa, Geopolítica, Occidente, Opinión, OTAN, Rusia, Ucrania, UE on 23/11/2014 by athelvok

 

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El premier japonés, Shinzo Abe, durante una conferencia de prensa el viernes pasado en Tokio. Foto Reuters

La “guerra multidimensional entre el alicaído G-7 y el ascendente bloque de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS) prosigue su ineluctable curso en sus diversos rubros, salvo, hasta ahora, el militar/nuclear en forma directa.

A partir de las severas sanciones del G-7/OTAN/Unión Europea (UE) contra Rusia, a consecuencia del conflicto de la martirizada Ucrania, se ha agudizado la guerra económica, de la que ahora se expresa sin tapujos el presidente ruso, Vlady Putin, y que se puede sintetizar con el siguiente marcador deportivo: se dañan mutuamente Moscú y Bruselas y salen beneficiados Pekín (plenamente: mediante la abrupta caída del petróleo) y Washington (hasta cierto punto: mediante la devaluación del euro y las otras divisas del BRICS).

Vlady Putin fulminó que EU no quiere humillar a Rusia, sino subyugarla cuando nadie a lo largo de la historia ha logrado hacerlo ni lo logrará, para luego arremeter contra el abuso del término valores europeos cuando la democracia no es el derecho al golpe de Estado y al genocidio (http://goo.gl/l7hprS).

Más finamente, asistimos a una variante de una brutal guerra financiera mediante di­visas, metales preciosos (oro) y materias primas (el petróleo) entre el G-7 y el BRICS.

La guerra de divisas la ha acentuado Japón y su delirante abenomics –experimento fallido del pugnaz premier Shinzo Abe, quien sumió a su país en su enésima recesión y ha devaluado artificialmente al yen, para lastimar a China (y, de paso, a Sudcorea)–, mientras el dumping del precio del oro negro lo apuntalan los yihadistas, quienes lo venden a 20 dólares el barril en el mercado negro, muy bien controlado por los rivales del BRICS.

Se puede propiciar un punto de inflexión aparatoso sobre el devenir del oro cuando Suiza celebre un referendo por el Partido del Pueblo Suizo para conservar 20 por ciento de sus reservas internacionales.

En caso de un resultado favorable, el Banco Nacional Suizo será forzado a emprender pletóricas compras de oro en el mercado, lo cual subiría el valor de las reservas de Rusia, cuando las de EU se encuentran en tela de juicio sobre su existencia real, como ha propalado Ron Paul, feroz y veraz representante texano del Partido Republicano y padre de Rand, jefe del ala del Partido del Té.

El escenario de un voto positivo, según Leonid Bershidsky –muy crítico de Rusia a quien fustiga de paranoide–, ayudaría a Moscú a sortear las sanciones y el brutal declive del precio del petróleo.

En espera del crucial voto suizo, Rusia atesora a pasos acelerados su tenencia en oro y al tercer trimestre de este año había ya agregado 55 toneladas: casi 60 por ciento de las compras netas de oro por los bancos centrales, según el Consejo Mundial del Oro.

Las reservas oficiales de oro de Rusia –quinto lugar global detrás de EU (si es que todavía las posee, mientras no se auditen públicamente), Alemania (que pidió su repatriación de las bóvedas de la Reserva Federal que se las entregará a cuenta gotas de aquí a siete años), Francia e Italia– han superado las de China y constituyen más de 10 por ciento de sus reservas totales.

Bloomberg, portavoz de los intereses de Wall Street, se mofa del voto caprichoso del fin de noviembre a solicitud del Partido del Pueblo Suizo y sobredimensiona una encuesta sobre su esperado rechazo, al que se suman el gobierno de Suiza y su banco central de corte monetarista (http://goo.gl/dl4T2X).

¿Por qué Vlady Putin compra oro en forma masiva?

¿Para contrarrestar las sanciones presentes y por venir de EU/OTAN/EU?

¿Se trata de una guerra financiera, como parte consustancial de la guerra multidimensional en curso, para definir uno de los pilares fundacionales del incipiente nuevo orden multipolar?

¿Es posible que la Reserva Federal y el banco central de Japón, dos miembros poderosos del G-7, impriman alegre y antigravitatoriamente billetes de dólares y yenes sin afectar el valor intrínseco de sus divisas que hoy cotizan entre sí en relación inversamente proporcional?

Sergei Glazyev, conspicuo ase­sor económico del presidente ruso, se ha caracterizado por in­sistir, a partir del mundo post-Crimea, en la soberanía financiera cuando todas las divisas convertibles de facto –incluyendo el peso mexicano– se encuentran bajo el control unipolar del dólar estadunidense: uno de sus principales atributos de poder global.

Los metales preciosos también se encuentran bajo la férula del binomio bursátil anglosajón Wall Street/La City (Londres), en espera de la emancipación multipolar del otro embriónico binomio bursátil Hong Kong/Shanghai, que también atenderá los arbitrajes de oro que incrementaría su cotización conforme se intensifique la confrontación militar y política entre EU y Rusia –por extensión del G-7/OTAN/UE versus BRICS/Grupo de Shanghai/Unión Euroasiática– hasta que alguien venza de los dos bloques o se acuerde un acomodamiento multipolar del nuevo orden mundial que incluya a las divisas relevantes.

A juicio de Glazyev, quien naturalmente no contempla la derrota del oso ruso en su feroz confrontación, EU no tendrá más remedio que rechazar el pago de su deuda, lo cual afectará la confianza en el dólar y significará el fin de su imperio financiero cuando las divisas nacionales –que no divisas nacionalistas– recuperen su poder perdido para participar en la edificación de un nuevo orden financiero global.

Los críticos anglosajones de Glazyev aducen que hasta ahora se ha equivocado rotundamente cuando el oro ha declinado 16 por ciento, pese a las compras masivas de metal amarillo por Rusia.

Moscú adopta la misma política de China que compra cuando se desploman tanto el oro como el petróleo.

Según el portal Future Money Trends, citado por Russia Today, la tendencia se carga cada vez más en favor del oro y en detrimento de las divisas fiduciarias tipo dólar (http://goo.gl/Rld520).

Lucy Cormac, del Sydney Morning Herald, asevera que detrás de la política de compra de oro por Putin puede estar la anticipación a una posible guerra económica con Occidente(http://goo.gl/75jBmz).

Russia Today cita a algunos blogueros económicos que sospechan que la compra masiva del metal amarillo sería de una “conspiración financiera, en el marco de la cual Rusia cobraría en oro y no en dólares por el petróleo (http://goo.gl/oUVt6R)”.

The Economist (22/11/14) –con The Financial Times, perteneciente al Grupo Pearson que controla BlackRock, el mayor banco de inversiones del mundo–, cual su costumbre contumazmente desinformativa, se va a la yugular de las finanzas del oso ruso, a quien diagnostica herido letalmente.

La batalla por el control del alma ucraniana entre EU/OTAN/UE y Rusia ha resucitado la añeja colisión frontal entre el oro (artificialmente devaluado) y el dólar (paradójicamente ­revaluado).

¿Quién triunfará?

¿Se solucionará con una guerra nuclear o con una dolorosa cuan creativa negociación?

Lo cierto es que no existe marcha atrás.

LaJornada

Tras Berlín proliferan los muros de la vergüenza, por Vicky Peláez

Posted in EEUU, Geopolítica, Israel, Opinión, Palestina, Rusia, Ucrania, UE on 18/11/2014 by athelvok

Vicky Peláez

13:02 13/11/2014
Vicky Peláez

Los muros fronterizos son un reflejo del miedo de los pueblos y una forma de hacer geografía que fomente en primer lugar la violencia (Yves Lacoste)

Los actos de conmemoración por el 25 aniversario de la caída del Muro de Berlín hicieron olvidar por un momento a los europeos, en especial a los alemanes, los estragos de la recesión que está afectando a la Unión Europea (UE) pues estaban contagiados por la euforia del triunfo que terminó con la división de Alemania aquel histórico 9 de noviembre de 1989.

En su discurso de conciliación, la canciller alemana, Angela Merkel, afirmó que “el ser humano puede cambiar el mundo para mejor” y sin violencia. Y que la “experiencia de Berlín envía un mensaje de confianza en que se podrán tumbar también otros muros”.
Lo que evitó decir la líder del partido Unión Demócrata Cristiana (CDU) fue que la unificación de su país y el desmantelamiento del campo socialista no solamente no terminaron con la división del mundo sino lo fragmentaron aún más y uno de los ejecutores principales de este proceso diseñado por EEUU ha sido Alemania.

Llamando a Irak, Siria y Ucrania a derribar los muros, Angela Merkel evitó mencionar que después de la caída del Muro de Berlín el mundo se llenó de vallas y muros y que actualmente Alemania está auspiciando la construcción de un muro como el que hubo en Berlín en la frontera entre Ucrania y Rusia.

Tampoco aclaró que la unificación no fue una integración de iguales sino una absorción voluntaria de la Alemania socialista por la capitalista imponiéndose valores políticos, sociales y económicos occidentales. Fue un proceso difícil, penoso y costoso.

Según un estudio de la Universidad Libre de Berlín, la reunificación ha costado dos millones de millones de euros y hasta ahora no se ha podido erradicar las diferencias económicas entre el este y oeste. El Instituto de Estudios Económicos de Berlín (DIN) publicó hace poco un ensayo donde indicó que en 2005 el índice de desempleo en la Alemania del este era 20, 6 por ciento y actualmente es de 9,1 mientras en el oeste es de 5,8 por ciento. Cada alemán occidental tiene un patrimonio de 183.000 euros mientras que los alemanes del Este disponen en promedio de 67.400 euros por ciudadano.

La razón principal para la construcción del Muro de Berlín en 1961 por la República Democrática de Alemania (RDA) era de orden político ideológico casi igual como la causa de su desmantelamiento 28 años después con un agregado geopolítico.

El 12 de junio de 1987 el presidente Ronald Reagan pronunció ante la puerta del Brandenburgo su ya legendaria frase: “Señor Gorbachov, derribe el muro, señor Gorbachov, abra la puerta”. El ministro de Relaciones Exteriores de la URSS, Eduard Shevardnadze y el presidente Mijaíl Gorbachov ya estaban listos para cumplir lo pactado con Reagan, sin embargo lo impedía hacer el líder de la RDA, Erich Honecker.

En realidad, los primeros ensayos con las “revoluciones a colores” comenzaron en Alemania en forma de un bien organizado descontento popular, desórdenes y una fuga masiva de alemanes. Honecker fue destituido, se refugió en la embajada de Chile, posteriormente fue detenido y exiliado a Chile, país que acogió miles de chilenos para salvarlos de las garras del régimen de Pinochet. Allí murió en 1994.

Después de la caída del Muro de Berlín en 1989 nadie imaginó que la saga de los muros seguiría adelante pero así resultó y en los años posteriores, en diferentes rincones del mundo fueron edificados varios muros llamados por el ex alcalde social demócrata del Berlín Oeste, Willi Brandt, el “Muro de la Vergüenza”.

El presidente Bill Clinton, inspirado en la experiencia de la RDA, decidió aplicarla en los EEUU  y así construyó en 1994 una gigantesca valla sofisticada en la zona de Tijuana para regular el flujo de migrantes indocumentados. En 20 años este muro ha crecido hasta 400 kilómetros abarcando los estados de California, Arizona, Nuevo México y Texas.

Posteriormente en el 2006, el presidente George W. Bush firmó la Ley de la Frontera Segura para la construcción en la frontera con México de un muro más sofisticado de 1.126 kilómetros. El gobierno de Barack Obama puso en marcha este proyecto edificando en el 2013 una valla de 1.078 kilómetros que le costó 2,4 mil millones de dólares, gastando además otros mil millones en el muro virtual. Sin embargo ni estas medidas, ni 22.000 guardias fronterizas han detenido el flujo de los inmigrantes indocumentados que entran a EE.UU. en un promedio de 500.000 personas al año expuestos a todo tipo de peligros en búsqueda de un futuro mejor.

De acuerdo a la Organización Internacional de Migración, 6.000 personas murieron en la frontera México-Estados Unidos desde el año 2000 y, en total, desde 1994  más de 10.000 han muerto. Pero en los últimos 20 años nadie sabe exactamente cuántos seres humanos simplemente desaparecieron en los desiertos fronterizos.

La diferencia con el Muro de Berlín en este aspecto es abismal, pues según el Centro de investigación Histórica de Potsdam, durante los 28 años de existencia del Muro de Berlín unas 136 personas perdieron su vida tratando de refugiarse en la parte oeste de la ciudad.

El otro país aficionado al Muro de la Vergüenza es Israel. La barrera israelí de Cisjordania de 721 kilómetros, de los cuales 409 kilómetros ya están construidos, consiste en un sistema de vallas alambradas y de un muro de hormigón de 7 metros de altura. La barrera está construida de tal forma que según la Autoridad Palestina, “deja a los territorios palestinos como islas flotantes en el mar de las colonias israelíes, algo parecido al queso suizo, por todos sitios agujereado. De esta forma se evita el establecimiento del Estado Palestino”.

Israel justifica la existencia de este muro como una necesidad vital para proteger su población de los ataques terroristas. Sin embargo, la realidad es diferente. Tanto en la Franja de Gaza como en Cisjordania hay abundantes recursos hídricos y energéticos. En la Franja de Gaza existen dos yacimientos de gas que ya está explotando British Gas (BG) para el uso exclusivo de Israel durante 30 años. Su valor es más de cuatro mil millones de dólares.

En Cisjordania están ubicados el Acuífero de la Montaña y el Acuífero del Oeste, siendo el último el más importante en la región cuya capacidad es de 36 millones de metros cúbicos. Mientras Israel consume el 90 por ciento de su capacidad, a los palestinos les toca menos de un 10 por ciento. De acuerdo a la Organización Mundial de Salud (OMS), la cantidad mínima para el consumo humano debe ser de 100 litros por habitante al día. Resulta que los palestinos, dueños de acuíferos consumen entre 30 a 78 litros por persona al día, mientras que los habitantes de Israel disfrutan de 350 litros.

Las razones geoeconómicas están detrás de la construcción por Marruecos de un muro de 2.720 kilómetros en Sahara Occidental en cuyo territorio están ubicadas las minas fosfatos más grandes del mundo. También la fachada atlántica de Sahara occidental se considera una de las regiones más ricas del planeta en pesca. Si agregamos sus posibles yacimientos de petróleo estaría claro las razones de la valla que edificó Marruecos con la anuencia de las grandes potencias.

A medida que el neoliberalismo avanza se incrementa cada vez la posibilidad de crear unos nuevos muros utilizando diferentes pretextos según la imaginación de los gobernantes. El presidente Poroshenko de Ucrania sueña con construir un nuevo Muro de Berlín en la frontera con Rusia con el dinero de Alemania dizque para protegerse del “imperialismo de Putin”. Por otro lado las autoridades locales de Eslovaquia han edificado 14 muros para aislar a los barrios gitanos.

Al paso que vamos  se aleja más el día de un mundo sin fronteras y sin muros de la vergüenza.

RIANovosti

Estados Unidos: Acomodamiento con China; colisión con Rusia, por Alfredo Jalife-Rahme

Posted in Alfredo Jalife-Rahme, Asia, BRICS, China, Economía, EEUU, Europa, Geopolítica, Occidente, Opinión, Rusia, Ucrania, UE on 16/11/2014 by athelvok

 

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El president Barack Obama, un paso atrás del mandatario chino Xi Jinping, arriba a la reunión del G-20 en Brisbane, Australia. Foto Ap

Se fractura Eurasia, inmenso territorio que se extiende de Europa hasta Asia, de casi 53 millones de kilómetros cuadrados –más de la tercera parte de la tierra firme del planeta– y donde habitan 66 por ciento de los habitantes terráqueos.

En la parte oriental de Eurasia se gesta un reacomodo entre China y Estados Unidos –superpotencia extra-eurasiática–, mientras que en su parte occidental –desde el Mar Negro/Medio-Oriente hasta el Atlántico Norte, y que quizá incluya su apéndice geopolítico del Golfo de México, donde empiezan a sobrevolar los bombarderos nucleares rusos– se intensifica la ominosa colisión entre Estados Unidos y Rusia, que rememora la guerra fría geopolíticamente bipolar y climáticamente polar por su focalización en el Ártico.

Estados Unidos parece preferir los casi 9.6 milllones de kilómetros cuadrados y los más de mil 300 millones de habitantes de China a los poco más de 17 millones de kilómetros cuadrados y 142.5 millones de habitantes de Rusia –a la cual el vice-presidente Joe Biden vaticinó su muerte demográfica.

Estados Unidos se obstina, con su etéreo G-2, exclusivo para China, y desecha un G-3 con Rusia en la fase dramática de “15 días de ajustes (http://goo.gl/KrGG92 y http://goo.gl/wgbbx5)”.

El hawaiano Obama, educado en su adolescencia en Indonesia, implementa un elusivo G-2 regional que no se atreve a pronunciar su nombre en la zona Asia/Pacífico, mientras alienta la balcanización de Europa (fuck Europe, Victoria Nuland, asistente del Departamento de Estado, dixit) a expensas de la martirizada Ucrania con el fin de impedir el acercamiento de Alemania tanto con Rusia como con China y, de paso, fracturar el eje virtual Berlín-Moscú-Pekín como nuevo centro de gravedad de la geoestratégia del siglo 21 (http://goo.gl/G0Jq4B).

No pudo ser más ilustrativo el trayecto de las transcendentales cumbres de los 15 días de ajustes desde China –Cumbre APEC– pasando por Myanmar (la antigua Birmania/Burma) –Cumbres del Este de Asia y de Estados Unidos/ASEAN– hasta Australia, feudo de la anglósfera –Cumbre del G-20.

China, hoy la primera superpotencia geoeconómica global, que acaba de desplazar a Estados Unidos del primer sitial, dispone de 4 millones de millones de dólares en reservas de divisas, de las que carece Estados Unidos, y que puede invertir generosamente con sus vecinos del ASEAN (10 Naciones del Sudeste Asiático).

Según Shanghái Daily, China ofreció 20 mil millones de dólares en préstamos a los 10 países del ASEAN (http://goo.gl/g0z0mI). Hoy las bombas nucleares son bombas geoeconómicas.

En la APEC, el mandarín Xi brilló intensamente en su reacomodo con Estados Unidos (sumado atrás por la anglósfera), donde coincidieron en el acuerdo histórico sobre el cambio climático que entierra de facto el Protocolo de Kyoto –firmado por Clinton, pero sin ser aprobado por el Congreso de Estados Unidos por su elevado costo– y da pie al cronograma Lima/París en el lapso de un año.

En las dos cumbres de Myanmar, Estados Unidos no obtuvo los resultados deseados y su barómetro lo representan las imprecaciones estadunidenses sobre el lento avance de las reformas democráticas de su anfitrión. Léase: Myanmar desea sostener relaciones cordiales con Estados Unidos, pero no a expensas de su vecino terrestre, China, ni de su otro vecino marítimo, India.

Más allá de los ditirambos de la prensa anglosajona sobre el triunfo descolgado por Obama en la APEC –que prácticamente dan a entender el asentamiento del condominio de un G-2 secreto–, siguen fluyendo diversas interpretaciones como la oficial de Alemania, de la Deutsche Welle (DW), y la propia de los chinos.

Según Frank Sieren, columnista de DW, los países asiáticos se reafirman en la APEC y la más importante lección es que de ahora en adelante los asiáticos desean resolver sus problemas por si mismos sin la ayuda de Occidente (http://goo.gl/dO61oM).

Los símbolos pesan: el mandarín Xi colocó a su derecha a Vlady Putin en la foto oficial de la Cumbre de la APEC, mientras el presidente ruso se excedía en caballerosidad para abrigar con su saco a la influyente esposa del presidente chino.

Obama fue colocado a la izquierda a cuatro lugares distantes del mandarín Xi que situó al presidente indonesio dos lugares antes.

Sieren comenta que los estadunidenses tienen sentimientos encontrados sobre el acercamiento de Japón y China cuando acercarse a China también significa alejarse de Washington. Señala que también Sudcorea, otro supuesto aliado de Estados Unidos, se ha acercado a relaciones más cálidas con Pekín.

Agrega un comentario rudo: en la cumbre de la APEC de 21 países, Estados Unidos no ocupa más el centro del escenario, ni aún en la foto oficial cuando Estados Unidos no es más el indiscutible centro de poder mundial.

A su juicio, los 21 países de la APEC acordaron la propuesta china de un Acuerdo de Libre Comercio del Pacífico y rechazaron la de Estados Unidos (Nota: el polémico TPP) que excluye a Rusia y China.

El lanzamiento por China del Banco de Inversiones de Infraestructura de Asia (AIIB, por sus siglas en inglés), con un capital inicial de 50 mil millones de dólares, hace a los países asiáticos menos dependientes de Occidente.

A los militares de Estados Unidos no les gustó el ascenso irresistible de China en la Cumbre de la APEC. El general retirado Wesley Clark y anterior Comandante Supremo de la OTAN, en un artículo para el NYT, refirió que la política de diálogo constructivo de Estados Unidos con China ha fracasado y que ya era tiempo de ser realistas al respecto (http://goo.gl/oaiSU7).

Global Times, rotativo oficioso de China que le sigue dando vuelo a los BRICS, afirma que “Washington ya no puede hacer más reglas por sí solo (http://goo.gl/owfc2p)”.

El rotativo chino responde tangencialmente a un artículo del general Dennis C. Blair, anterior jefe del Comando del Pacífico de Estados Unidos, quien aduce que un acuerdo TPP establecerá el liderazgo de Estados Unidos y Japón en la región Asia/Pacífico (http://goo.gl/wPjZjB).

Pues resultó que el espectacular acercamiento de Japón a China parece haber dejado a los militares de Estados Unidos colgados de la brocha.

El feroz comentarista Pepe Escobar aduce que las elites de Washington/Wall Street no tienen absolutamente la intención de permitir un mínimo de multipolaridad y lo que queda es el caos –lo cual aborda en su reciente libro Imperio del caos” (http://goo.gl/BJHJHJ).

A juicio de Escobar, Rusia tiene la carta triunfadora por ser un poder euroasiático cuando opera el nacimiento del siglo euroasiático.

Al inicio de la cumbre del G-20 en Brisbane, la anglósfera (Gran Bretaña/Canadá/Australia), con Estados Unidos, linchó retóricamente a Putin, quien ha sido anatemizado por la prensa anglosajona que propala su fuga precipitada después de haber sido supuestamente regañado por Occidente (sic) (http://goo.gl/MIyJMc), como si tres países de la anglósfera, sumados de Estados Unidos y hasta de los dubitativos europeos –que serían un total de 8 de los 20– constituyera la aplastante mayoría.

En espera de resultados de la sobre-extendida, cuan desenfocada agenda del G-20, Australia –con su poco diplomático primer ministro (http://goo.gl/xGedMR)– abusa de su anfitrionía para fracturar a Eurasia y empujarla a una nueva guerra fría: error fatal de Occidente, según el nonagenario Kissinger (http://goo.gl/qbNEk9), lo cual es mucho decir.

LaJornada

Colisión de dos cosmogonías mercantilistas: EU vs China, por Alfredo Jalife-Rahme

Posted in Alfredo Jalife-Rahme, Asia, China, Economía, EEUU, Estafa, Occidente, Opinión, Rusia on 12/11/2014 by athelvok

 

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Los presidentes de China, Xi Jinping, y de Estados Unidos, Barack Obama, en Pekín, donde participarán en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico. Foto Ap

Empezaron en China los impactantes ajustes de 15 días del nuevo orden del G-3 geoestratégico, que no se atreve a pronunciar su nombre (http://goo.gl/94Tb2w).

Voice of America reconoce que, pese a las tensiones, China otorga a Obama una bienvenida cálida (http://goo.gl/5F3exZ).

El alicaído Obama inició su periplo asiático en Pekín con un discurso muy trillado, que ya no convence ni a sus ciudadanos, sobre ajenos derechos humanos-libertad-democracia, de los que se hace de la flagrante vista gorda con su aliado neoliberal de México.

Obama piensa usar todas las plataformas de las trascendentales cumbres asiáticas para impulsar su proyecto, muy polémico, de la Asociación Transpacífica (TPP, por sus siglas en inglés), que en forma anómala no incluye a China, que lo juzga como un diseño geopolítico, mediante armas mercantilistas, para su contención, sino, de su alucinante exclusión regional.

La embajada de EU en Pekín sirvió para que Obama aleccionara a 11 países vasallos sobre las supuestas bondades del diseño unilateral del TPP, que favorece a sus trasnacionales.

Fue inevitable que Obama no saludara al grotescamente exorcizado Vlady Putin, con quien se reunirá oficialmente en la próxima cumbre del G-20 en Brisbane (http://goo.gl/ovlm8n), mientras Rusia sea una potencia nuclear euroasiática de primer orden.

A juicio del rotativo galo Le Figaro, Xi Jinping coloca a China en el centro del sueño Asia-Pacífico al desafiar (sic) de manera aterciopelada (sic) a EU y su proyecto de integración económica regional (el TPP polémico y hiératico, ergo antidemocrático, según Wikileaks).

China se posicionó en el centro de un nuevo orden asiático y el mandarín Xi invitó a los participantes de la cumbre de la APEC a realizar el sueño Asia-Pacífico para los pueblos de la región.

Le Figaro juzga que el proyecto de Obama del TPP sufre abiertamente la competencia de la cosmogonía más armónica de China (http://goo.gl/rs3Ihw).

El TPP es hoy un diseño desfalleciente que constituye una extensión transasiática del neomonroísmo regional de la Alianza del Pacífico, a la que pertenecen los subyugados Chile, Perú, Colombia y el castrado México neoliberal itamita, éste cada vez más absorbido al esquema de América del Norte (pero sin mexicanos).

Hasta Edward Luce, del Financial Times, uno de los máximos portavoces de la anglósfera, juzga que “China no es refugio para las aflicciones de Obama (http://goo.gl/1YyqcB)”.

Durante el Foro de la Cuenca del Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), el mandarín Xi lanzó en forma oficial la Zona de Libre Comercio de Asia-Pacífico, que naturalmente no goza de la aprobación de Obama.

El mandarín Xi juega estupendamente al hipercomplejo go (ajedrez chino) con dos anuncios espectaculares que impactarán tanto en la geoenergía como en las geofinanzas: cierra el trato con Rusia para el segundo tramo de otro gasoducto que le blinda de los piratas del estrecho de Malaca, cuyas operaciones se realizarán exclusivamente en yuan, la divisa ascendente del nuevo orden multipolar en curso, y conecta las bolsas de Shanghai y Hong Kong (la primera plaza financiera global, de acuerdo con el ranking del Índice de Desarrollo Financiero), lo cual disparó las acciones de China en los pasados 3 años (http://goo.gl/QJBzLL).

Lo que pierde Rusia en la bolsa y con su divisa podrá recuperarlo ulteriormente en el binomio bursátil Shanghai-Hong Kong, lo cual significa un tremendo golpe a la hegemonía bursátil de la City en Londres y Wall Street.

Obama, quien llega derrotado domésticamente a su periplo asiático –de enorme relevancia para el futuro de EU–, anunció una nueva política de otorgamiento de visas de turismo y negocios con un límite de 10 años para los ciudadanos chinos (http://goo.gl/5qrYXn).

Hoy los nuevos turistas a cortejar son los chinos, quienes dejarán una derrama de 85 mil millones al año en EU.

En mi entrevista al Shanghai Daily aduje que el escándalo de la licitación del tren chino a Querétaro, desde el punto de vista geoeconómico, es la consecuencia de la colisión de las dos cosmogonías entre Obama y Xi, cuando el México neoliberal itamita operó en forma esquizofrénica, sin contemplar su incrustación al regionalismo tripartita de Norteamérica (pero sin mexicanos).

La cumbre de la APEC acordó un arreglo anticorrupción que cierra la puerta a los fugitivos económicos foráneos, también firmado por Peña en forma conspicua.

Cabe señalar que el mandarín Xi ha hecho de la lucha anticorrupción uno de los pilares de su gobernabilidad (http://goo.gl/Sf2fTV).

Algunas personalidades de la anglósfera, como el anterior premier australiano Bob Hawke –uno de los turiferarios de la APEC–, reclaman un G-2 para el curso de la transformación del orden estratégico regional, que deberán acordar a China una mayor posición sustancial y que incluya un papel de liderazgo sustancial para EU. Insiste la anglósfera en aislar a Rusia de un G-3 geoestratégico ineludible (http://goo.gl/Z5jtjg).

China se coloca motu proprio en el asiento trasero de Rusia en su contraofensiva en el mar Negro-Medio Oriente, mientras Moscú le imita ubicándose detrás de Pekín en su armonía asiática, lo cual se subsume en la nueva ruta de la seda, que va de Chongqing hasta Alemania, pasando por Asia central y Rusia (http://goo.gl/YkQFp6). ¿Reparto sincrónico de roles de Rusia y China?

China no acepta más la supremacía de EU en el nuevo orden regional emergente en la región asiática –del que Rusia forma parte, aunque en forma menos preponderante, en la zona del eje Kamchatka-Vladivostok.

El grave defecto del G-2 de Brzezinski –alianza entre China y EU para repartirse el mundo, http://goo.gl/Qv3vA1– es que no toma en cuenta la compenetración cada vez más profunda entre China y Rusia, a la que la anglósfera busca exorcizar en forma absurda de la Vía Láctea.

A estas alturas, ¿puede China desprenderse de Rusia, de la que depende tanto de su nuevo abastecimiento energético gasero como de su panoplia militar nuclear, quizá a cambio de la primacía del yuan (por encima del atribulado rublo), y de la conectividad de Moscú binomio bursátil de Shanghai-Hong Kong?

Es tan insensato pretender excluir a Rusia de Europa y Asia como intentar hacer lo mismo con EU en otras regiones del planeta.

El grave inconveniente radica en acomodar a EU, que viene de una unipolaridad aberrante, en un G-3 con Rusia y China.

Lo real es que Asia se escapa a la hegemonía de EU, hoy en declive, y no tiene más remedio que reconocer la ascendencia irresistible del “sueño chino ( China’s dream)”, mucho más atractivo por su ausencia de pontificaciones e injerencismos mesiánicos insustentables basados en los mitos del Destino Manifiesto y el excepcionalismo del pueblo elegido por la Providencia.

No creo que los geoestrategas de Rusia y China vean algún inconveniente para que EU sea el primus inter pares, siempre y cuando cese su injerencismo y se le olvide pontificar a civilizaciones milenarias de 6 mil años, como China, cuando EU es de reciente creación, del siglo XVIII.

LaJornada

Quince días de ajuste del nuevo orden multipolar del G-3: EU/Rusia/China, por Alfredo Jalife-Rahme

Posted in Alfredo Jalife-Rahme, BRICS, China, Economía, EEUU, Geopolítica, Irán, Occidente, Opinión, OTAN, Rusia on 10/11/2014 by athelvok

 

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El presidente estadunidense, Barack Obama, durante un encuentro con periodistas, ayer en el salón Roosevelt de la Casa Blanca. Foto Reuters

Pocas veces se escenifican cumbres y reuniones trascendentales en un corto plazo de tan sólo 15 días, como el presente lapso del 10/11 de noviembre –Cumbre del Foro Económico Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) en Pekín– pasando del 15/16 –G-20 en Brisbane (Australia)– hasta la fecha límite del 24 sobre la negociación del contencioso nuclear iraní con el P5+1 –los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania.

No faltarán analistas que agreguen la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) del 27 de noviembre, la cual, a mi juicio, exhibirá las consecuencias del ajuste y/o acomodamiento del nuevo orden multipolar geoestratégico entre las tres superpotencias: Estados Unidos (EU), Rusia y China –un tímido G-3 que no se atreve a pronunciar su nombre.

Tras haberse injuriado en público con todos los epítetos habidos y por haber de la guerra sicológica entre Occidente y Rusia, ahora en la Cumbre del G-20 podrán reunirse los presidentes Putin y Obama (http://goo.gl/uM8IRy) para desmarcar sus respectivas esferas de influencia antes de aventurarse a una guerra nuclear que aseguraría su destrucción mutua y que dejaría como gran vencedor a China.

La oficiosa guerra multidimensional incluye el choque en los frentes de Ucrania y el Medio Oriente –donde EU hubo presuntamente plantado con los yihadistas la semilla desestabilizadora contra Rusia, China e India, tres miembros nucleares prominentes del BRICS (http://goo.gl/OQ0FG2)– las sanciones a Rusia, el desplome orquestado del precio del petróleo y otras materias primas, la guerra de divisas, etcétera.

Como consecuencia de la disolución del bloque soviético, se supone que los cancilleres de EU y la ex URSS, el texano James Baker III y el georgiano Eduard Shevardnadze, habían delimitado las respectivas zonas de influencia, con la gravísima salvedad de que el compromiso fue oral y sin rúbrica notarizada, lo cual permitió la expansión vertiginosa de los dos brazos irredentistas de EU hasta las fronteras del corazón ruso traumatizado: la OTAN y la Unión Europea.

Un entendimiento implícito sin firma de por medio –que aprovechó estupendamente EU al haberse valido de la ingenuidad rusa en la etapa post-Andropov y pre-Putin– ha sido la causa de la disputa por el alma de Ucrania cuando Vlady Putin intenta regresar en la medida de lo posible al statu quo ante la doble humillación de Gorbachov y Yeltsin, lo cual se desprende de su histórica filípica contra EU en el Club Valdai (http://goo.gl/GkNSbY), que consideré, no como una amenaza, sino como su última exhortación para reconfigurar el nuevo orden multipolar, que por necesidad es ya tripolar entre EU/Rusia/China y que podría asentar sus reales en los 15 trascendentales días desde Pekín pasando por Brisbane hasta Teherán, en caso de que los actores históricos no deseen declarar oficialmente el estallido de la tercera guerra mundial que sería termonuclear.

Pese a que el presidente Obama fue literalmente ultrajado, como era de esperarse, por el Partido Republicano en las elecciones intermedias, sigue siendo el presidente de EU, una superpotencia en declive que intenta imponer aún su agenda global hasta que sea detenido por los únicos dos países que lo pueden impedir: Rusia y China.

Si los conflictos en Europa y Ucrania alejaron a Rusia y a EU, la probable resolución del contencioso iraní los puede acercar, como filtra NYT (http://goo.gl/U8VPti) sobre la inminente aceptación por Teherán para transportar la mayor parte de su pletórico almacenamiento de uranio a Rusia que convertiría el uranio a cilindros de combustible especializados para la planta eléctrica nuclear de Bushehr, el único reactor comercial de Irán.

No todo es rosa y las negociaciones trianguladas de EU-Irán-Rusia son muy complejas porque los actores son también de mentalidad compleja cuando la partida geoestratégica que se juega es muy cerrada.

El veterano ex diplomático indio M. K. Bhadrakumar considera que Obama con su probable arreglo con Irán, gracias a la intermediación de Rusia, puede descolgar un magnífico lugar en la historia diplomática de EU (http://goo.gl/U3NiVG).

Desde Teherán, pasando por Pekín (Cumbre APEC) hasta Brisbane (Cumbre G-20) asistimos a una disminución de las tensiones entre Rusia y EU, ulterior al paroxismo del mundo post-Crimea, pese a las recriminaciones mutuas.

Dejando atrás el delirio del analista Keith Ablow, quien reclama una Yihad estadunidense para imponer su cosmogonía al resto del mundo (http://goo.gl/7EpwZd), la réplica al histórico ultimátum de Putin la dio el general Martin Dempsey (http://goo.gl/1a3jFl) durante un acto con los veteranos del ejército, donde comentó que Rusia empuja los límites del orden internacional.

El general Dempsey reconoce implícitamente que Rusia busca el orden mundial perdido en Ucrania, pero se le escapa que Putin no piensa ser el clon ni el clown, como lo fueron sus antecesores frente a EU.

Dempsey considera que Putin y Rusia expresan un sentimiento de victimización tras el colapso del imperio soviético que fue enarbolado por el soliloquio (sic) antioccidental que duró literalmente casi tres horas, en referencia a la histórica filípica de Putin. A su juicio, Rusia está creando una situación inestable, con una forma de encender el fuego del nacionalismo, advirtiendo que una vez que se enciende ese fuego, no es controlable, concluyendo que se encontraba preocupado sobre Europa que ha sido muy complaciente con su seguridad. Fuck Europe again?

El secretario del Pentágono, Chuck Hagel (http://goo.gl/3nQ1Di), diagnosticó que se vive la transición de tiempos históricos definitorios de un nuevo orden en construcción (¡supersic!) tanto después de la Segunda Guerra Mundial como a la implosión de la URSS, por lo que instó a acostumbrarse a una guerra sin fin (¡supersic!). ¿No será que el gran problema de EU es su reajuste y/o acomodamiento al nuevo orden mundial multipolar geoestratégico del G-3?

Antes de iniciar la cumbre del APEC en Pekín, en forma espectacular, China y Japón acordaron expandir su diálogo y dejar de lado los tambores de la guerra (http://goo.gl/yCnJsF), lo cual alienta al ajuste geoestratégico en curso, donde se están definiendo las respectivas áreas de influencia del G-3 en gestación.

La agenda de Obama lo conduce a las cumbres del APEC y el G-20, pero también a otras dos cumbres regionales en Birmania, donde se escenificarán la del Este de Asia y la otra de EU con el bloque de 10 países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).

Según la rusa Daria Chernyshova (http://goo.gl/1jPDqL), las reuniones en la Cumbre del APEC contribuyen a definir la nueva geopolítica, donde destacan tres binomios: 1) China/Japón, 2) Rusia/Japón y 3) Rusia/China (¡Noveno encuentro de Putin y Xi en menos de dos años!). A mi juicio, le faltó otra reunión transcendental: la de Obama y Xi.

La cumbre del APEC de 21 miembros en Pekín –que se celebrará en un hotel circular de arquitectura acrobática que simboliza al sol naciente– posicionará a China como una de las tres superpotencias geoestratégicas indispensables del siglo XXI, con EU y Rusia.

LaJornada

Filípica de Putin contra Obama: el oso ruso «maestro de la taiga» euroasiática, por Alfredo Jalife-Rahme

Posted in Alfredo Jalife-Rahme, China, Economía, EEUU, Geopolítica, Manipulación, Occidente, Opinión, OTAN, Rusia, Ucrania, UE on 02/11/2014 by athelvok

 

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El presidente de Rusia, Vladimir Putin, durante un acto oficial, el viernes pasado en el Kremlin. Foto Tass

Durante la Conferencia Valdai en Sochi (http://goo.gl/6P0VCv), Vlady Putin respondió vehementemente en forma indirecta al despropósito de Obama, quien colocó a Rusia como la tercera amenaza global detrás del ébola y los yihadistas del Estado Islámico (EI).

Quizá las descabelladas declaraciones de Obama tengan que ver más con un vulgar maximalismo retórico destinado al consumo interno en vísperas de las elecciones del 4 de noviembre, que, en caso de perder el control del Senado, pueden desembocar en su defenestración.

Putin acusó a Estados Unidos (EU) y Occidente de desestabilizar el equilibrio del orden mundial e inflamar la situación en Ucrania: “habiéndose declarado como vencedor de la guerra fría”, EU con ayuda de sus satélites promovió un orden unipolar que es el medio para justificar su dictadura sobre poblaciones y países.

Putin emitió una metáfora geopolítica que reverbera(rá) durante muchos años sobre el oso y su ecosistema en la taiga –vegetación de clima continental frío de grandes bosques de coníferas y arbustos–: el oso ruso es el maestro de la taiga y no dejará a nadie que se lo arrebate.

La filípica de Putin en Sochi ha sido interpretada de diversas maneras. Para el portal europeo DeDefensa.org marca la desdolarización ya en curso, lo cual, a mi juicio, ha sido superado tanto por la visión multipolar como por el recordatorio de que Rusia es la máxima potencia nuclear del planeta con la que no se juega.

En la cosmogonía multidimensional, una desdolarización sin las disuasivas armas nucleares de Rusia y sin las cuantiosas reservas de divisas de China (4 millones de millones de dólares), hoy la primera potencia geoeconómica global, no tendría el menor efecto.

Tras haber balcanizado a la URSS, la irrefrenable guerra que prosigue la triada EU/OTAN/Unión Europea (UE) contra Moscú –lo cual perturbó antes de fallecer a George Kennan, máximo geoestratega de EU de todos los tiempos–, ha orillado al oso ruso nuclear a defenderse con toda su panoplia bélica para no ser nuevamente fracturado en tres pedazos, como proyectó Zbigniew Brzezinski en su libro El gran tablero de ajedrez mundial de hace 17 años.

Putin acusó a EU de haber creado el terrorismo islámico: desde Afganistán, con su padrinazgo a los talibanes y Al-Qaeda, y ahora con el EI que vende en los mercados el petróleo expoliado para desplomar el precio (nota: para dañar a Rusia).

Putin fustigó que EU dejó salir el genio de la botella, en particular en Ucrania, con sus revoluciones de colores y su caos controlado en los anteriores países satélites de la URSS: EU corta las ramas sobre las que se sienta al promover y empujar a la UE a aplicar sanciones dañinas para todos.

La metáfora del oso nuclear ruso en su taiga (en)marca prístinos límites geopolíticos: defiende su nicho ecológico sin aventurarse a otros ecosistemas.

Hoy los bélicos geoestrategas de EU –donde pululan los fracasados neoconservadores straussianos– anhelan, si no su extinción, por lo menos, domar al oso nuclear ruso para exhibirlo en sus circos bursátiles que dirigen los banqueros esclavistas Rothschild y su hombre de paja global: el megaespeculador húngaro-estadunidense-israelí Schwarts György, alias George Soros, de 84 años, y uno de los hombres más perversos de la creación, quien para prender su cigarro financierista es capaz de incendiar al planeta entero, como se desprende de sus pugnaces artículos en The Guardian (http://goo.gl/0wHSND) y en The New York Review of Books (http://goo.gl/2xvAD2) donde prácticmente llama a una tercera guerra mundial desde Europa contra Rusia.

Li Xing, profesor de asuntos rusos y asiáticos de la Escuela de Gobierno en la Universidad Normal de Pekín (http://goo.gl/xTD1sN) aduce que EU y la UE se han trastornado (sic) al no haber obtenido lo que esperaban estratégicamente de Ucrania cuando ni Occidente ni Rusia pueden ser catalogados como vencedores y Ucrania es la que ha perdido más.

Li no dice que el máximo vencedor ha sido China que tambien se beneficia con la baja del petróleo, pese a las travesuras desestabilizadoras de Occidente en haber entrenado a los estudiantes en Hong Kong, según la confesión de la BBC de Londres (http://goo.gl/mCd0UP).

El profesor chino considera que existen algunos elementos en el mundo que no están de acuerdo en imponer sanciones a Rusia cuando los exorcismos pueden ser contraproducentes y constituyen un aviso para quienes simpatizan con Moscú.

Li refuta el financierista autismo sorosiano y, al contrario, advierte que la UE ha realizado un remarcable proceso que sufre de su éxito más que de su fracaso: la rápida expansión del bloque de 28 países va más allá de sus capacidades y amenaza los fundamentales intereses de Rusia.

A mi juicio, la fortaleza de la cohesión europea se está resquebrajando justamente en la patria nominal del tóxico banquero Soros, y a cuyos dirigentes les ha valido ser colocados en la lista negra de EU al haberse rebelado contra la política de sanciones a Rusia.

Un editorial de The Washington Post, Vladimir Putin expone una opción amenazante para Occidente (http://goo.gl/cCekbl), da por asentada su cohesión, lo cual es válido hasta cierto punto con sus asíntotas geopolíticas.

Para el Post el problema radica en definir un arreglo aceptable para Putin, quien ofrece a Occidente (sic) la opción entre ceder a Rusia su taiga –que incluye el dominio de Ucrania y cualquier parte de Eurasia que reclame– y un conjunto entero de conflictos violentos”.

Ante la disyuntiva planteada por Putin, el Post considera que Rusia merece el trato de tercera amenaza global. ¡Uf!

No juzgo tan amenazante la filípica de Putin en búsqueda del acomodamiento perdido mediante una exhortación a un timorato G-2 con EU, quizá un G-3 con China, poco viable en la coyuntura de polarización doméstica en EU: (re)clama clásicas esferas de influencia que deben ser respetadas por las superpotencias cuando EU, impregnado por un mesianismo de país excepcional/indispensable/elegido pretende imponer su unilateralismo al mundo entero y, en particular, a superpotencias geostratégicas de la talla de Rusia y China, que no están dispuestas a obedecer míticos mandatos celestiales.

Resurgen las fantasmagorías de inicios del siglo XX de Halford Mackinder, máximo geopolitólogo de Occidente nacido en el archipiélago británico, cuyo principal objetivo fue impedir la alianza de Alemania con Rusia/URSS, lo cual fundamentó la creación de la OTAN.

En el mundo post-Crimea, la guerra en Ucrania resguarda la verdadera batalla por el control de Alemania y el resto de Europa, lo cual enuncia en su tuit Brzezinski (29/10/14): La postura estratégicamente aferrada de la canciller Merkel contra el aventurerismo antieuropeo de Putin provee el liderazgo que necesita Europa. ¡Es tan discutible!

¿Cómo expulsar de Eurasia a un país de la talla de Rusia con 17 millones de kms2 y 142 millones de habitantes con una ojiva nuclear de más que EU? ¿No es, acaso, una aberración geopolítica para el oso ruso nuclear y maestro de la taiga?

LaJornada

Geopolítica de la guerra contra Siria y de la guerra contra Daesh, por Thierry Meyssan

Posted in África, China, EEUU, Geopolítica, Irak, Israel, Occidente, Opinión, OTAN, Próximo Oriente, Rusia, Siria, Terrorismo, Thierry Meyssan, Turquía, UE on 24/10/2014 by athelvok

En este nuevo y original análisis, Thierry Meyssan expone las causas geopolíticas del fracaso de la guerra contra Siria y los verdaderos objetivos de la supuesta guerra contra el Emirato Islámico. Este artículo resulta especialmente importante para quien aspire a entender el panorama de las relaciones internacionales en este momento y la cristalización de los conflictos en el Levante (Irak, Siria y Líbano).

| Damasco (Siria) | 21 de octubre de 2014
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Las tres crisis en el seno de
la coalición estadounidense

En este momento estamos viendo la tercera crisis que tiene lugar en el bando de los agresores desde el inicio de la guerra contra Siria.

- En junio de 2012, durante la conferencia Ginebra I, que debía iniciar el regreso a la paz y organizar una nueva repartición del Medio Oriente entre Estados Unidos y Rusia, Francia –donde Francois Hollande acababa de ganar la elección presidencial– planteó una interpretación restrictiva del comunicado final de aquel encuentro. Y después organizó la reanudación de la guerra, con la complicidad de Israel y Turquía y con el apoyo de la secretaria de Estado Hillary Clinton y del director de la CIA David Petraeus.

- Cuando el presidente Barack Obama sacó del juego a Hillary Clinton y David Petraeus, Turquía, junto con Israel y Francia, organizó el ataque químico en las afueras de Damasco, atribuyéndolo a Siria. Pero Estados Unidos se negó a dejarse arrastrar a una guerra punitiva.

- En una sesión secreta del Congreso realizada en enero de 2014, Estados Unidos impuso la aprobación del financiamiento y la entrega de armamento a Daesh [1], grupo yihadista al que se le asignó la misión de invadir la parte sunnita de Irak y la parte de Siria donde viven los kurdos. El objetivo era dividir esos dos grandes Estados. Francia y Turquía armaron entonces al grupo representante de al-Qaeda en Siria (el Frente al-Nusra) para que atacara a Daesh y lograr así que Estados Unidos volviera al plan inicial de la coalición. Al-Qaeda y Daesh se reconciliaron en mayo de 2014, como resultado de un llamado de Ayman al-Zawahiri en ese sentido, y actualmente Francia y Turquía siguen sin sumarse a los bombardeos de la coalición estadounidense.

En general, en la coalición de los llamados «Amigos de Siria», que en julio de 2012 contaba «un centenar de Estados y organizaciones internacionales», hoy sólo quedan 11 países. Por su parte, la coalición formada contra Daesh cuenta oficialmente «más de 60 Estados», pero lo que estos tienen en común es tan poca cosa que la lista se mantiene en secreto.

Intereses muy diferentes

La coalición se compone en realidad de numerosos Estados que persiguen cada uno sus propios objetivos muy específicos, al extremo que no logran ponerse de acuerdo sobre un objetivo común. Podemos distinguir 4 fuerzas:

- Estados Unidos quiere controlar los hidrocarburos de la región. En el año 2000, el National Energy Policy Development Group (NEPDG) presidido por Dick Cheney había identificado –gracias a imágenes satelitales y datos provenientes de prospecciones– las reservas mundiales de hidrocarburos y había observado las inmensas reservas de gas existentes en Siria. Durante el golpe de Estado militar que se produjo en Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001 [2], Washington decidió atacar sucesivamente 8 países (Afganistán, Irak, Libia, Líbano y Siria, así como Sudán, Somalia e Irán) para apoderarse de sus riquezas naturales. El estado mayor estadounidense adoptó entonces el plan de rediseño del «Medio Oriente ampliado», que también incluye el desmantelamiento de Turquía y Arabia Saudita, y el Departamento de Estado creó al año siguiente su departamento MENA para organizar las «primaveras árabes».

- Israel defiende sus propios intereses nacionales: a corto plazo el Estado hebreo prosigue su campaña de expansión territorial. Simultáneamente y sin esperar a controlar todo el espacio entre los dos ríos (el Nilo y el Éufrates) Israel también espera controlar todo el conjunto de la actividad económica de la zona, incluyendo –por supuesto– los hidrocarburos. Para garantizar su propia protección en esta era de misiles, Israel espera simultáneamente hacerse del control de una zona de seguridad a lo largo de su frontera (en este momento, ha expulsado a los cascos azules de la frontera del Golán, reemplazándolos por al-Qaeda) y neutralizar por otra parte los ejércitos de Egipto y de Siria sorprendiéndolos de revés (despliegue de los misiles Patriot de la OTAN en Turquía y creación de un Kurdistán en Irak y así como de Sudán del Sur).

- Francia y Turquía persiguen el sueño de la restauración de sus respectivos imperios. Francia espera obtener un mandato sobre Siria, o al menos sobre una parte de ese país. Para eso creó el Ejército Sirio Libre y le entregó la bandera verde, blanca y negra con las tres estrellas utilizada en tiempos del mandato francés en Siria. Mientras tanto, Turquía espera restaurar el Imperio otomano. Desde septiembre de 2012, Ankara designó un wali encargado de administrar lo que ya consideraba una provincia. Los proyectos de Turquía y Francia son incompatibles dado que el Imperio otomano había admitido que algunas de sus provincias fueran administradas con otras potencias coloniales.

- Para terminar, Arabia Saudita y Qatar saben que sólo pueden lograr sobrevivir poniéndose al servicio de Estados Unidos y combatiendo los regímenes laicos, cuyo único representante en la región es precisamente la República Árabe Siria.

Evolución de la coalición

Esas 4 fuerzas sólo lograron colaborar entre sí durante la primera parte de la guerra –desde febrero de 2011 hasta junio de 2012. Se trataba, en efecto, de una estrategia de 4ª generación: varios grupos de fuerzas especiales organizaban incidentes y emboscadas aquí y allá, mientras que las televisiones atlantistas y de los países del Golfo iban creando la imagen de una dictadura alauita que reprimía una revolución democrática. Las sumas invertidas y la cantidad de soldados desplegados no eran gran cosa y cada uno de los participantes creía que después del derrocamiento de la República Árabe Siria podría arreglárselas para sacar el mayor provecho a expensas de las otras fuerzas.

Sin embargo, a principios de 2012, la población siria comenzó a dudar de las televisiones que aseguraban que el presidente Bachar al-Assad era un torturador de niños y que el derrocamiento de la República Árabe Siria daría paso a un régimen confesional al estilo libanés. El asedio impuesto a los takfiristas del emirato islámico de Baba Amro ya se veía como el preludio del fracaso de la operación. Francia negoció entonces una salida de la crisis y la liberación de los oficiales franceses que habían caído prisioneros. Estados Unidos y Rusia negociaron para tomar los lugares del Reino Unido y de Francia y repartirse toda la región, como Londres y París lo habían hecho en 1916 con los acuerdos Sykes-Picot.

Y desde aquel momento nada ha funcionado bien en el seno de la coalición. Sus sucesivos fracasos indican que no puede ganar.

En julio de 2012, Francia celebraba con bombo y platillo en París la reunión más importante de la coalición y reanudaba la guerra. El discurso del presidente francés Francois Hollande había sido redactado en inglés, probablemente por los israelíes, y traducido al francés para que lo leyera el presidente de Francia. La secretaria de Estado Hillary Clinton y el embajador estadounidense Robert S. Ford (formado por John Negroponte [3]) emprendían la mayor guerra secreta de la historia. Al igual que en Nicaragua, ejércitos privados reclutaban mercenarios y los enviaban a Siria. Pero esta vez los mercenarios contaban con una formación ideológica cuyo objetivo eran la creación y entrenamiento de las hordas de yihadistas. El Pentágono perdía el control de las operaciones, control que pasó a manos del Departamento de Estado y la CIA. El costo de la guerra ya alcanzaba proporciones colosales. Pero ese costo no lo asumieron Estados Unidos, Francia ni Turquía sino Arabia Saudita y Qatar.

Según la prensa atlantista y los medios de las monarquías del Golfo, algunos miles de extranjeros acudieron así en ayuda de la «revolución democrática siria».

Pero en Siria «la revolución democrática» no aparecía por ningún lado. Lo que sí podía verse eran grupos de fanáticos que gritaban eslóganes como «¡Revolución pacífica: los cristianos a Beirut, los alauitas al hueco!» [4] y «¡No al Hezbollah! ¡No a Irán! ¡Queremos un presidente temeroso de Dios!» [5]. Según el Ejército Árabe Sirio, a Siria llegaron no algunos miles sino 250 000 yihadistas entre julio de 2012 y julio de 2014.

Sin embargo, al día siguiente de su reelección, Barack Obama obligaba al general David Petraeus a renunciar a su cargo como director de la CIA y descartaba mantener a Hillary Clinton como miembro de su nueva administración. Así que, a inicios de 2013, la coalición se reducía prácticamente a Francia y Turquía mientras que Estados Unidos hacía lo menos posible. Por supuesto, era el momento que el Ejército Árabe Sirio esperaba para iniciar su inexorable reconquista del territorio.

En Siria, Francois Hollande y Recep Tayyip Erdogan, Hillary Clinton y David Petraeus pretendían derrocar la república laica e imponer un régimen sunnita, que habría estado bajo la administración directa de Turquía pero que incluiría altos funcionarios franceses, un modelo heredado del final del siglo XIX pero que no presentaba interés de ningún tipo para Estados Unidos.

Barack Obama y sus dos secretarios de Defensa Leon Panetta y Chuck Hagel, abrigan una visión política radicalmente distinta. Panetta fue miembro de la Comisión Baker-Hamilton y Obama fue electo en función del programa de esa comisión. Según ellos, Estados Unidos no es ni debe ser una potencia colonial en el sentido mediterráneo del término. O sea, Estados Unidos no debe plantearse el control de un territorio mediante la instalación de colonos. En relación con lo que se obtuvo, el experimento de la administración Bush resultó extremadamente costoso y por lo tanto es algo que no debe repetirse.

Después de que Turquía y Francia trataran de empujar Estados Unidos a emprender una gran campaña de bombardeos contra Siria con la puesta en escena del ataque químico del verano de 2013, la Casa Blanca y el Pentágono decidieron retomar la iniciativa. Así que en enero de 2014, la Casa Blanca y el Pentágono convocaron el Congreso de Estados Unidos en una reunión secreta y lo obligaron a votar una ley secreta que aprobaba un plan para dividir Irak en 3 Estados así como la secesión de la zona kurda de Siria. Para ello decidieron financiar y armar un grupo yihadista capaz de hacer lo que las fuerzas armadas de Estados Unidos no pueden hacer porque el derecho internacional no lo permite: una limpieza étnica.

Barack Obama y sus ejércitos no se plantean el rediseño del «Medio Oriente ampliado» como un objetivo en sí sino únicamente como una manera de controlar los recursos naturales. Y utilizan un concepto clásico: el principio de «divide y vencerás», no para crearse puestos de reyes y presidentes en nuevos Estados sino para proseguir con la política que Estados Unidos ha venido aplicando desde los tiempos de la administración de Jimmy Carter.

En su discurso sobre el Estado de la Unión pronunciado el 23 de enero de 1980, el entonces presidente Jimmy Carter planteaba la doctrina que lleva su nombre: Estados Unidos considera que los hidrocarburos del Golfo son indispensables para su economía y que por lo tanto le pertenecen. Así que cualquier forma de poner en duda ese axioma será considerada «un acto contra los intereses vitales de los Estados Unidos de América y ese acto será rechazado con todos los medios necesarios, incluyendo el uso de la fuerza militar». Con el tiempo, Washington se ha dotado del instrumento necesario para aplicar esa política –el CentCom– y ha extendido su zona vedada hasta el Cuerno de África.

A partir de lo anterior, la actual campaña de bombardeos de la coalición ya no tiene nada que ver con la voluntad inicial de derrocar la República Árabe Siria. Tampoco tiene relación alguna con la supuesta «guerra contra el terrorismo». Sólo busca defender los intereses económicos exclusivos de Estados Unidos, incluso en caso de que eso implique la creación de nuevos Estados aunque no obligatoriamente recurriendo a ello.

En este momento, unos cuantos aviones de Arabia Saudita y Qatar prestan al Pentágono una ayuda puramente simbólica, pero ni Francia ni Turquía lo están haciendo. El propio Pentágono dice haber realizado más de 4 000 misiones aéreas en las que habrían muerto sólo un poco más de 300 combatientes del Emirato Islámico. Si nos atenemos al discurso oficial, eso representa más de 13 misiones aéreas y ni se sabe cuántas bombas y misiles para matar un solo yihadista. Se trataría entonces de la campaña aérea más costosa y más ineficaz de toda la Historia. Pero si tenemos en cuenta el razonamiento anterior, el ataque de Daesh contra Irak corresponde a una manipulación de los precios del petróleo que ha hecho caer los precios del barril de crudo en un 25% (de 115 dólares a 83 dólares el barril). Nuri al-Maliki, el primer ministro iraquí democráticamente electo que vendía a China la mitad del petróleo iraquí, fue súbitamente vilipendiado y derrocado. Daesh y el gobierno regional del Kurdistán iraquí redujeron por sí mismos su robo de petróleo y sus exportaciones de crudo en alrededor del 70%. El conjunto de las instalaciones petroleras utilizadas por las compañías chinas simplemente fueron destruidas. De hecho, el petróleo iraquí y el petróleo sirio ya no están ahora al alcance de los compradores chinos… pero volvieron al mercado internacional controlado por Estados Unidos.

La actual campaña de bombardeos aéreos es, en definitiva, una aplicación directa de la «doctrina Carter» y una advertencia al presidente chino Xi Jinping, quien actualmente intenta concluir una serie de contratos bilaterales destinados a garantizar el aprovisionamiento de su país sin pasar por el mercado petrolero internacional.

Prever el futuro

Como resultado de este análisis, podemos concluir que:

- En el actual periodo, Estados Unidos únicamente está dispuesto a aceptar guerras que tengan como objetivo la defensa de su propio interés estratégico en controlar el mercado internacional del petróleo. Por consiguiente, podría entrar en guerra contra China pero no contra Rusia.

- Francia y Turquía nunca lograrán realizar sus sueños de recolonización. Francia debería reflexionar sobre el papel que el AfriCom le ha asignado en África. Podrá seguir interviniendo en todos los Estados que tratan de acercarse a China (Costa de Marfil, Mali y la República Centroafricana) y reinstaurar el orden «occidental» pero nunca logrará restaurar su imperio colonial. Turquía también deberia bajar el tono. Aunque el presidente Erdogan lograra concretar una alianza contranatura entre la Hermandad Musulmana y los oficiales kemalistas turcos, de todas maneras tendría que renunciar a sus ambiciones neootomanas. Y tendría que recordar sobre todo que, como miembro de la OTAN, Turquía está mucho más expuesta que otros países a ser víctima de un golpe de Estado proestadounidense, como ya sucedió en Grecia en tiempos de Georgios Papandreu y en la propia Turquía en tiempos de Bulent Ecevit.

- Arabia Saudita y Qatar nunca lograrán recuperar los miles de millones de dólares que invirtieron tratando de derrocar la República Árabe Siria. Peor aún, es probable que tengan que pagar parte de la reconstrucción de ese república laica. La familia reinante en Arabia Saudita tendrá que seguir plegándose a los intereses económicos de Estados Unidos, pero debería evitar seguir metiéndose en guerras de gran envergadura y tener en cuenta que en cualquier momento Washington puede decidir dividir el país que los Saud consideran de su propiedad.

- Israel puede abrigar la esperanza de seguir jugando por debajo de la mesa a provocar a mediano plazo la división de Irak en 3 Estados diferentes. Así obtendría la creación de un Kurdistán iraquí comparable al Sudán del Sur que ya creó anteriormente. Pero es poco probable que pueda incorporar de inmediato el norte de Siria a ese «Kurdistán». Es también poco probable que logre expulsar a la FINUL del sur del Líbano y reemplazarla por al-Qaeda, como ya hizo con los cascos azules que garantizaban la separación entre las fuerzas israelíes y sirias en la frontera siria. Pero, a lo largo de 66 años, Israel se ha acostumbrado a tratar siempre de ir más lejos y a menudo ha logrado avanzar siempre un poco más. Israel es, en realidad, el único ganador de la guerra contra Siria en el seno de la coalición. No sólo ha debilitado por un buen rato a su vecino sirio sino que además logró obligarlo a renunciar a su arsenal químico. Por lo tanto, Israel es actualmente el único país del mundo que dispone oficialmente tanto de un arsenal atómico perfeccionado como de un arsenal químico y biológico.

- Irak ya está divido de facto entre Estados diferentes. Uno de ellos, el Califato proclamado por el Emirato Islámico, nunca podrá obtener el reconocimiento de la comunidad internacional. En cambio, no hay a la vista razones que parezcan impedir la secesión del Kurdistán, aparte de lo difícil que resultará explicar cómo fue que logró expandir su territorio en un 40%, apoderándose además de los campos petrolíferos de Kirkuk. El califato podría ir cediendo poco a poco su lugar a un Estado sunnita, probablemente gobernado por individuos que «abandonarían» Daesh oficialmente. Se trataría entonces de un proceso comparable al de Libia, donde los ex combatientes de al-Qaeda fueron aupados al poder sin que nadie protestara por ello.

- Siria volverá paulatinamente a la paz y habrá de dedicarse a su larga reconstrucción. Para ello se volverá hacia las empresas chinas, pero mantendrá a Pekín al margen de sus hidrocarburos. Para reconstruir su industria del petróleo y explotar sus reservas de gas, Siria tendrá que volverse hacia las empresas rusas. El tema de los oleoductos o gasoductos que podrían transitar por su territorio dependerá del apoyo que puede encontrar en Irán y Rusia.

- El Líbano seguirá viviendo bajo la amenaza de Daesh, que nunca obtendrá más papel que el de grupo terrorista. Los yihadistas sólo serán la herramienta necesaria para prolongar un poco más el congelamiento del funcionamiento político de un país que sigue hundiéndose en la anarquía.

- Para terminar, Rusia y China deberían intervenir urgentemente contra Daesh, en Irak, Siria y Líbano, no por compasión hacia las poblaciones locales sino porque Estados Unidos utilizará próximamente contra ellas ese grupo yihadista –también denominado como Emirato Islámico. Aunque está bajo las órdenes del príncipe saudita Abdul Rahman –el hombre que pone el dinero– y del autoproclamado califa Ibrahim, Daesh ya cuenta en este momento con georgianos –todos miembros de los servicios secretos de Georgia– que fungen como sus principales oficiales y con algunos chinos de lengua turca. El ministro georgiano de Defensa incluso reconoció, antes de corregir esas declaraciones, la existencia en Georgia de campos de entrenamiento de yihadistas. Si Moscú y Pekín no se deciden pronto, tendrán que acabar enfrentando a Daesh en el Cáucaso, en el valle de Ferghana y en la región china de Xinjiang.

[1] Daesh es el acrónimo árabe del grupo yihadista inicialmente llamado Emirato o Estado Islámico en Irak y el Levante y actualmente conocido como Emirato Islámico. Nota de la Red Voltaire.

[2] «Trece años después del 11 de Septiembre, persiste la ceguera», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 12 de septiembre de 2014.

[3] John Dimitri Negroponte fue embajador de Estados Unidos en Honduras en los años 1980. Desde ese puesto «diplomático», Negroponte dirigió la guerra sucia contra el gobierno sandinista de Nicaragua, lo cual incluyó la creación, entrenamiento, armamento y financiamiento de las bandas de los llamados «Contras». En 2001, la administración de George W. Bush lo nombró embajador en la ONU, inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre. En abril de 2004, esa misma administración lo nombró embajador en Irak, a raíz de la invasión atlantista y del derrocamiento de Sadam Husein. Para más información sobre este tenebroso personaje, ver el documental en 3 partes El Embajador, del realizador noruego Erling Borgen, disponible en YouTube.

[4] «Revolución pacífica» sólo significaba que no se haría daño a los sunnitas.

[5] Al inicio de la crisis y la guerra contra Siria, el Hezbollah no estaba presente en ese país pero la República Árabe Siria respaldaba militarmente al Hezbollah en su lucha contra el agresor israelí. Por lo tanto, el objetivo de la operación atlantista no era sacar al Hezbollah de Siria sino poner fin al apoyo de Siria a la Resistencia libanesa.

RedVoltaire

Ciberguerra, ciberyihadismo y control de Internet en la «era de la desinformación», por Alfredo Jalife-Rahme

Posted in Alfredo Jalife-Rahme, China, EEUU, Geopolítica, Internet, Manipulación, Opinión, Rusia, Tecnología on 22/10/2014 by athelvok

 

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Vista general a través de un catalejo de la ciudad siria de Kobani, desde el cruce fronterizo Mursitpinar, en la frontera turco-siria, en la ciudad suroriental de Suruc. Foto Reuters

La ciberguerra, de la que Estados Unidos (EU) ostenta el cuasi monopolio global, tiene aterrados a Rusia y a China (http://goo.gl/73SrvV) cuando ambos exhiben su vulnerabilidad a la Internet controlada por trasnacionales israelí-anglosajonas, en sincronía con el demoledor socavamiento de la letal Agencia de Seguridad Nacional (NSA, National Security Agency: http://goo.gl/tEbyIu), cuya horadación hasta la intimidad de los ciudadanos fue revelada por Edward Snowden, hoy asilado en Rusia.

La industria global de las telecomunicaciones está controlada por NSA, y las recientes revelaciones de Snowden –sus ciberagentes en China, Alemania y Sudcorea– prueban de nuevo que EU es el máximo agresor y espía de las redes de Internet, según Zhang Junshe, del People’s Daily: portavoz del Partido Comunista Chino (http://goo.gl/Km7ceU).

China y EU se acusan mutuamente de ciberespionaje y ciberataques, pero, según Junshe, China defiende la seguridad de su ciberespacio en forma resuelta y está comprometida a combatir el cibercrimen, por lo que exhorta a la comunidad internacional establecer reglas internacionales en el Internet, con base en el respeto mutuo e igualdad. ¡Qué candidez! Junshe no entiende el depredador ciberunilateralismo de EU, que posee en la ciberguerra su ventaja competitiva por encima de sus rivales geoestratégicos Rusia y China.

Wikileaks filtró el segundo borrador del capítulo de Propiedad Intelectual del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), que censurará Internet y reprimirá la libertad de expresión global (http://goo.gl/pIz2gx).

El TPP comporta ya a 12 países, entre ellos el bárbaro multihomicida México neoliberal itamita al que, según el portal antiwar, EU solapa sus crímenes de estudiantes.

Cuesta trabajo digerir, aun en la era de la desinformación, la sorprendente capacidad tecnológica de la ciberguerra terrorista de los bárbaros medievales del califato del Estado Islámico yihadista, que parece representar el persuasivo gatillo para amedrentar a los enemigos de EU, como acaba de suceder con su amenaza a muerte al Papa italo-argentino Francisco, quien recibió a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, con el telón de fondo del brutal ataque especulativo de los fondos buitres israelí-anglosajones (http://goo.gl/7LXGDm).

Según “una copia vista por el Financial Times” (el viejo truco de la desinformación clandestina), ahora resulta que los yihadistas, amén de su prolífica producción en las redes sociales –que extrañamente no han sido detectados por los controladores de la www global–, constituyen una organización con una comprensión sofisticada (¡supersic!) de los métodos de vigilancia occidental en el mundo post-Snowden (http://goo.gl/KZQyvy).

La desinformación del Financial Times –que con la revista The Economist forma parte del Grupo Pearson, propiedad de BlackRock, el mayor banco de inversiones del mundo (http://goo.gl/nB3ag4), quiere vender que los bárbaros medievales del califato islámico son tan capaces como los hackers de EU.

Dejo de lado la descontrolada ciberbarbarie yihadista, para abordar un perturbador ensayo del profesor James Tracy (http://goo.gl/qoHb2I) sobre La guerra, la propaganda de los multimedios y el Estado policiaco (http://goo.gl/hm3oFU).

Quienes hayan visto la muy recomendable película La dictadura perfecta –sátira de Televisa, con sus narcomontajes macabros, y la procuración de justicia con el sello Edomex– no se asombrará con algunos hallazgos de Tracy sobre las técnicas modernas de propaganda utilizadas por el Estado trasnacional para reforzar políticas destructivas antidemocráticas que en forma rutinaria entraña la manufactura y manipulación de noticias de eventos para moldear a la opinión pública con el fin de conseguir fines aviesos mediante la ingeniería del consentimiento (Edward Bernays dixit).

Tales noticias de eventos incluyen, además de la agenda política, actos de aparente terrorismo espontáneo y militarismo que traumatizan al cuerpo político para aceptar en última instancia narrativas falsas como realidades (¡supersic!) políticas e históricas. ¿Quién habrá entrenado al calderonista Genaro García Luna en sus grotescos montajes en colusión con Televisa?

Tracy exhuma en forma alarmante cómo los banqueros de Wall Street capacitaron (sic) a Woodrow Wilson, académico de la Universidad de Princeton, para instalarlo en la presidencia, y reunieron a un grupo de periodistas y publicistas progresistas de izquierda (¡supersic!) para vender la guerra al pueblo estadunidense.

Lo mismo sucedió con el presidente Clinton, quien fue cooptado por los banqueros de Wall Street para impulsar la desregulación de la globalización financierista (Ver mi libro: Los cinco precios del petróleo; pág. 135: El engaño infernal del milenio: Descarga gratuita: http://goo.gl/H8ouwe), además de la serie histórica del NYT (http://goo.gl/Yn7nJl; http://goo.gl/8Heuc0; http://goo.gl/N0dj4W y http://goo.gl/8CsDa9).

Tracy cita cuatro libros seminales desarrollados desde la década de 1920: 1-Walter Lippmann, The Phantom Public (http://goo.gl/6dP7Tx); 2-Edward Bernays, Crystallizing Public Opinion (http://goo.gl/s3jMpZ); 3-George Creel, How We Advertised America (http://goo.gl/nUDQ2v) y; 4-Harold Lasswell, Propaganda Technique and the World War (http://goo.gl/6BrJHM).

El israelí-alemán-estadunidense Lippmann fue un straussiano neoconservador avant la lettre, ya que, según Tracy, consideraba que la democracia popular estaba plagada (sic) por una opinión pública mal informada en forma desesperanzadora (sic) e incapaz de entender las crecientes complejidades de la sociedad moderna y que sólo los expertos podían ser confiados con tal encomienda antidemocrática. ¡Uf!

Lippmann sugiere una democracia regimentada (¡supersic!) mediante noticias tecnocráticas y el procesamiento de la información. Bernays aboga por el manejo (sic) de la opinión pública por una élite privilegiada con el fin de manipular al populacho (sic), lo cual requiere asociaciones artificiales, figuras y eventos que parezcan auténticos y espontáneos.

Bernays fue clave en la promoción del uso del tabaco, la fluoración del agua municipal y el derrocamiento de régimen democráticamente elegido de Arbenz en Guatemala.

Tracy aduce que con el advenimiento del Estado de Seguridad Nacional en 1947 emergieron programas secretos (¡supersic!) de los que los ciudadanos fueron dejados intencionalmente desinformados.

Dejo de lado la manipulación de sucesos estrujantes (Pearl Harbor, 11-S, el maratón de Boston, etc.) que los periodistas convencionales y académicos son reacios a escrutar en forma pública por temor a ser catalogados de teóricos de la conspiración, cuyo meme fue “una campaña de propaganda de la CIA en la década de los setenta para contrarrestar el reporte Operation Mockingbird, programa donde centenas de periodistas y publicistas dedicaron sus servicios para difundir la desinformación de la CIA.

Concluye que la condición sociopolítica presente y la supresión de la democracia popular son triunfos (¡supersic!) de la técnica de propaganda moderna. Amén.

LaJornada

Vulnerabilidad de Rusia en Internet, por Alfredo Jalife-Rahme

Posted in Alfredo Jalife-Rahme, China, EEUU, Geopolítica, Internet, Manipulación, Opinión, Rusia on 19/10/2014 by athelvok

 

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Uno de los frentes de la confrontación multidimensional de Estados Unidos contra Rusia (en la imagen, Vladimir Putin) es la «ciberguerra». Foto Reuters

Nikolai Patrushev –jerarca del espionaje ruso FSB (antigua KGB) de 1999 a 2008 y sucesor de Vlady Putin en el mismo organismo– arguye que EU ha desempolvado una vieja estrategia de la década de los 70 “con el fin de resquebrajar a la URSS para usar en Ucrania, basada en la ‘estrategia de los puntos débiles’ de Zbigniew Brzezinski: la política de convertir los problemas potenciales del oponente en crisis de plena escala”, como sucedió con la URSS cuando la CIA decidió que el punto más vulnerable de Rusia era su economía y cuyo resultado fue la caída en los precios del petróleo en conjunción con la carrera armamentista, la guerra en Afganistán y los movimientos antigubernamentales en Polonia, lo cual desembocó en la balcanización de la URSS (http://goo.gl/6e1Jn1).

Hoy, casi 30 años más tarde, EU socava los nuevos puntos vulnerables de Rusia: las finanzas dolarcéntricas y el Internet. El anterior ministro de Comunicaciones, Igor Shchegolev, hoy asesor de Vlady Putin, advirtió que los impredecibles (sic) políticos de Occidente podrían buscar el aislamiento de Rusia en Internet, similar al sabotaje de Siria hace dos años (http://goo.gl/jTJr5f).

En la era Snowden, la jerarquía rusa toma muy en serio la ciberguerra del Pentágono: realizaron ejercicios (sic) del Ministerio de Comunicaciones, al unísono de las agencias jurídicas, lo cual exhibió la enorme vulnerabilidad (¡supersic!) a los objetivos de las actividades hostiles (léase: Pentágono/CIA y su pléyade de hackers).

Una de las grandes fortalezas de EU, amén del dólar (paradójicamente), radica en el monopolio del Internet (http://goo.gl/0AJx3V). Hace más de un año indagaba si ¿el Estado del siglo XXI es el orwelliano Estado Google de EU? (http://goo.gl/22knQI )”.

Shchegolev nota que todos (¡supersic!) los principales componentes del Internet se encuentran localizados fuera del territorio ruso y que su acceso puede ser bloqueado en cualquier estadio, al grado de cortar en forma completa el sector del Internet ruso de la world wide web (www).

Shchegolev proporciona el ejemplo de las presiones anglosajonas para que Bruselas expulse a Rusia de la red financiera global SWIFT (http://goo.gl/TsvoEY), lo cual rechazó a duras penas el gobierno de Bélgica.

Una forma de paliar la vulnerabilidad de Rusia, a juicio de Shchegolev, es crear una estructura independiente de Internet que incluya los servidores de nombre de raíz nacional y sus propios sistemas de enrutamiento con sus respectivas direcciones: Rusia deberá ser más activa para la sustitución de importaciones y la creación de su propio software y hardware. Pero, ¿qué esperan?

Los coetáneos sancionadores de Rusia que tienen la capacidad de expulsarla de Internet acusan al Kremlin de maniobrar para auto-aislarse de la www con el fin de atentar contra la libertad de prensa y los derechos de los ciudadanos para recibir y distribuir información. ¿No es, acaso, lo que implementa EU en su propio suelo y hasta en el avasallado México neoliberal itamita?

Uno de los frentes de la guerra multidimensional de EU contra Rusia es la ciberguerra a la que se preparan ya Rusia y China.

Rusia ha creado unidades de ciberseguridad para proteger el almacenamiento de su pletórico arsenal de armas nucleares. El Ministerio de Defensa ruso ha creado un “nuevo equipo de antihackers para proteger los sistemas informáticos de todas sus armas nucleares” (http://goo.gl/A219iq).

Todo el lenguaje bélico conocido desde la primera batalla fratricida entre Caín y Abel ha sido trasladado a la lingüística de la ciberguerra del siglo XXI cuando las Fuerzas Estratégicas de Misiles (SMF, por sus siglas en inglés) de Rusia adopta tecnologías digitales en control de armas y tropas, y expande el uso de su manejo de documentos electrónicos, por lo que toma medidas preventivas para la mejora de su ciberseguridad mediante el proceso de crear equipos responsables para el control sustentable de tropas de combate (¡supersic!) en medio de la ciberguerra, en alusión a la intrusión de EU (http://goo.gl/XGaJF3).

Llama la atención la similitud lingüística entre Sopa de EU y su equivalente Sopka de los rusos que define su Sistema de Detección y Prevención de los Ataques de Computadora para frustrar los ataques globales de los hackers (http://goo.gl/zJxyQh) cuando sus especialistas cooperarán tanto con las tropas armadas y los sistemas misilísticos móviles basados en tierra como con los que están equipados en los lanzadores de los silos.

¿Anhela EU propinar un devastador golpe letal cibernético para impedir la utilización de las ojivas nucleares y derrotar a Rusia sin disparar una sola bala? La modernidad de la ciberguerra intenta paralizar al enemigo, lo cual haría inservibles todas sus armas nucleares.

El SMF de Rusia toma a pecho la ciberguerra del Pentágono –que ha creado un nuevo Centro de Comando adicional: el Cibercomando– y ha equipado cinco lanzadores en los silos con robots (¡supersic!) vigilantes armados que pueden “detectar y destruir los objetivos de motu proprio (¡supersic!), además de recolectar datos de espionaje”.

La angustia del Kremlin ante un sabotaje ominoso del Internet es expresado días después a la perturbadora divulgación Sentry Eagle (Águila Centinela) del NSA, el espionaje holístico de EU, contra China, Alemania y Sudcorea, según The Intercept (http://goo.gl/Upplms).

Los perturbadores documentos del Águila Centinela fueron filtrados por Edward Snowden, hoy asilado en Rusia, que devela que NSA ha usado operadores encubiertos para ganar acceso a los datos y sistemas sensibles en la industria de las comunicaciones globales y que estos agentes secretos han tenido que ver con las trasnacionales estadunidenses, en especial cuando se trata de ataques a las redes de computación.

Chris Soghoian, principal tecnólogo de la Unión de Libertades Civiles Estadunidenses conjetura que NSA puede incluso estar enviando gente (sic) a los centros de datos de las empresas.

Las trasnacionales estadunidenses –más allá de la cesión de datos de los usuarios que incluyen tráfico de correo y récord de llamadas telefónicas– han cooperado ampliamente para socavar la infraestructura física del Internet.

A mi juicio, no existe una verdadera línea de demarcación entre las operaciones públicas de espionaje de EU y las transacciones privadas de sus trasnacionales, aparentemente inocuas para los cándidos, donde se encuentran incrustados anteriores altos funcionarios del gobierno que retroalimentan un sistema bidireccional sui generis de control global cuando en EU lo público es también privado y viceversa, pero más en forma subrepticia.

El sistema estadunidense –anglosajón pirata en su quintaesencia– enarbola la concepción británica del siglo XVIII de La Fábula de las Abejas: Vicios privados; beneficios públicos, de Bernard de Mandeville, que expone el genuino neoliberalismo buitre avant la lettre.

Tres siglos más tarde, la invariable Fábula anglosajona de las Abejas es expuesta con su ciberguerra buitre de socavamiento de las entrañas del enemigo previo al paralizador golpe letal. ¡Peligran Rusia y China!

LaJornada

«Cómo manejar a China» según el general Wesley Clark, ex comandante de la OTAN, por Alfredo Jalife-Rahme

Posted in Alfredo Jalife-Rahme, BRICS, China, Economía, EEUU, Geopolítica, Opinión, OTAN, Rusia on 15/10/2014 by athelvok

 

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Vista de una enlatadora china en Huangyan, de la provincia de Zhejiang. Foto Ap

El general retirado Wesley Clark, que brilló en la fase clintoniana y su guerra en los Balcanes, acudió al Consejo del Atlántico –muy generoso en obsequiar preseas insustentables a su aliados del Tercer Mundo– a delinear una estrategia para el crecimiento de Estados Unidos y su liderazgo global, basado en su libro No esperar a la siguiente (sic) guerra.

El portal del Consejo del Atlántico elogia al anterior comandante supremo de la OTAN como pensador estratégico excepcional cuando Estados Unidos se desinfla de una década de guerra y se encuentra una vez más de nuevo (sic) en el precipicio (sic) de un nuevo conflicto prolongado (sic).

El general Wesley Clark, autor del libro Ganar las guerras modernas y librar las guerras modernas, se hizo famoso por haber estado a punto de desatar la tercera guerra mundial en Kosovo contra Rusia y por su premonitorio vaticinio sobre los siete estados fallidos, coincidentemente islámicos.

Aborda en su ensayo Cómo manejar (sic) a China cuando su severa supresión de la disensión política desde Hong Kong a Xinjiang, y sus íntimos lazos con Rusia, Irán y Norcorea, han finalmente puesto en reposo el sueño de varios líderes occidentales desde la década de los 90.

Juzga que lo contrario ocurrió: China es más confidente, segura y cerrada y 35 años después de que Deng Xiaoping liberó la economía, el Partido Comunista usa la prosperidad materialista y la ideología nacionalista para mantener su legitimidad frente a las tensiones sociales apremiantes.

Aduce que la política exterior de China se basa en un egoísmo calculado, a expensas de las instituciones internacionales, parámetros y obligaciones que Estados Unidos ha buscado encabezar. Peor aún: China ve a Estados Unidos como un rival y adversario potencial.

Hasta aquí Wesley Clark carece de autocrítica y resalta su desprecio a Rusia para la edificación del nuevo orden mundial. ¿Acabar con Rusia antes, para luego guerrear con China?

Expone su diagnóstico cronológico desde la década de los 70 hasta 2013.

En la década de los 70, Pekín buscó una asociación estratégica con Washington para disuadir la percibida amenaza soviética.

Al final de los 80 los chinos estaban especialmente impresionados con la proeza de Estados Unidos en la guerra del golfo Pérsico de 1991, mientras China construyó su fuerza tecnológica, industrial y agrícola colocando en segundo término su modernización militar.

A finales de 2005, la admiración (sic) de China por Estados Unidos fue tal que un joven y bien conectado líder del PC le comentó: China desea ser el mejor amigo de Estados Unidos para que nos den el liderazgo del mundo, como lo hizo Gran Bretaña con Estados Unidos. ¡Qué ingenuidad!

El punto de inflexión se gestó con la crisis financiera de 2008: aunque todavía respetuosa del poder militar de Estados Unidos, China empezó a ver a (ese país) como un sistema fallido, con una economía endeudada y un gobierno disfuncional, vulnerable para ser sustituido como el líder mundial. ¿A poco no es cierto?

Devela que en 2011, un muy bien ubicado socio (sic) chino le comentó que China intentaba dominar el Mar del Sur de China y que los rivales regionales como Vietnam se inclinarían a sus ambiciones o les aplicarían una lección (sic) y que si Estados Unidos interfería, los activos (nota: financieros) se volverían un objetivo de represalias.

Las amenazas del socio chino se tornaron más ominosas en 2013: podemos detectar su fuerza aérea furtiva; tenemos nuestro propio GPS y podemos derribar los de ustedes; conocemos todas las tecnologías de sus empresas y la NASA.

Un dato relevante: en 2019 China tendrá cuatro portaviones desplegados, lo cual, a mi juicio, representaría un notable posicionamiento frente a los 10 portaviones activos de Estados Unidos.

¡Se desprende que 2019 será un año crucial en los mares!

Luego del garrote vienen las zanahorias y, a mi juicio, Wesley Clark intenta seducir a China (sin Rusia) a un sutil G-2 (el esquema Brzezinski): China no busca el conflicto y puede conseguir la mayoría (sic) de sus objetivos en forma diestra combinando su diplomacia tradicional con su extenso poder económico, pero tampoco evitará el conflicto cuando en el pasado ha usado a su ejército en forma preventiva más que defensiva. Subsiste el riesgo que una China ascendente busque el reconocimiento de su poder y derechosy desencadene un conflicto en forma deliberada o por error de cálculo.

Para Estados Unidos, el profundo problema estratégico es el desafío mas fundamental (sic) de China a la arquitectura global del comercio, las leyes (sic) y la resolución pacífica (sic) de las disputas. Virtudes que, por cierto, no aplica Estados Unidos.

Imbuido por el excepcionalismo de Estados Unidos, se inquieta de que China buscará estructuras y relaciones que sustenten el reinado doméstico del PC y su política de que los países no deben intervenir en los asuntos ajenos. ¿Pretende Estados Unidos excluir la autodeterminación del resto del planeta para imponer su insustentable solipsismo geopolítico?

Wesley Clark intenta incorporar a China al caduco orden mundial unipolar de Estados Unidos antes de que se deslice a ideas nacionalistas del siglo XIX sobre el equilibrio de poder y las esferas de influencia.

Admite que en escala, el ascenso de China rebasa al de Alemania de hace un siglo y al de Japón en los 80, cuando China no es como la Unión Soviética (sic), aislada económicamente de la mayor parte del mundo. ¿No habrá querido decir Rusia?

Alega que durante dos décadas, la estrategia de Estados Unidos con China ha oscilado entre la concesión y la contención, a la que tiende la política del pivote de Obama en Asia mediante la polémica Asociación Transpacífica de 11 países sin China.

Concluye con las advertencias consabidas: los chinos deben entender que la expansión de sus capacidades militares tiene consecuencias (supersic).

Mientras China observa cercanamente los sucesos en Ucrania, Wesley Clark se torna condescendiente: debemos ayudar (sic) a que China entienda (sic) que un alineamiento más cercano y seguro con Rusia solo provocará (sic) a Estados Unidos y a sus aliados.

Viene la propuesta del G-2 subrepticio bajo el dominio hegemónico de Estados Unidos: asumir la responsabilidad compartida (sic) para el liderazgo global, en proporción a su riqueza y poder, perfeccionando las instituciones de gobernación global (ONU, FMI, BM).

De otra forma, China se encontrará aislada y a la defensiva, sin importar lo grande de su economía y su poder militar. ¡Uf!

Se desprende que Estados Unidos ha trazado una línea roja: la intangibilidad de los disfuncionales organismos internacionales que domina.

Desecha que el punto de vista cada vez más prevaleciente en China, de que sustituirá inevitablemente a Estados Unidos como el líder del poder mundial, dista mucho de estar garantizado.

La clave será también que Estados Unidos consiga su independencia energética y retenga el liderazgo global.

Wesley Clark se quedó estancado en el Kosovo de 1998 y es él quien no entiende que 16 años más tarde el mundo post Crimea cambió dramáticamente hacia el incipiente nuevo orden multipolar con el ascenso del BRICS, al unísono de China.

LaJornada

Vasos Comunicantes

De cómo unas cosas tienen relación con otras.